Nuestro cuerpo nos habla… ¡aprendamos a escucharlo juntas!
La menarquía es la aparición del primer periodo menstrual donde nuestro cuerpo experimenta cambios hormonales estimulados por la glándula pituitaria, el hipotálamo y los ovarios principalmente. Las hormonas que tienen más influencia en este ciclo de cambios son los estrógenos y la progesterona. Podemos resumir estos cambios en el libro “El ciclo de la Luna Roja” de Miranda Gray que se divide en 4 etapas diferentes:
Aquí iniciamos con el primer día de sangrado que puede durar de 3 a 8 días, con esto marcamos el fin de un ciclo e iniciamos uno nuevo donde tenemos la oportunidad perfecta para renacer en una nueva etapa y dejar atrás esos pensamientos negativos que muchas veces nos deprimen. En esta fase nuestras concentraciones de estrógenos están aumentando y la temperatura corporal disminuye por lo que nos encontramos con nuestra parte de Bruja que es fría, receptiva y oscura. Si notas que estás menos hambrienta en la fase de la Luna Nueva es porque aumenta nuestra sensibilidad a la hormona reguladora del apetito (leptina), sin embargo, no debes olvidarte de seguir comiendo saludable pues en esta etapa nuestro cuerpo aprovecha mejor los nutrientes que le damos para convertirlos en energía y sentirnos mejor. Intenta aumentar tu consumo de frutas y verduras que nos brindarán energía, vitaminas, minerales y fibra. No te olvides de los cereales integrales (avena, trigo, arroz integral, etc.) pues nos aportan fibra y mejoran nuestros niveles de saciedad para evitar los episodios de atracones, también es importante consumir legumbres como garbanzo, lentejas y frijol pues estos nos aportan el hierro necesario para reponer la pérdida de sangre por la menstruación.
En esta fase el cuerpo femenino se prepara para gestar un nuevo óvulo…. ¿Cómo sucede esto? Del día 5 al 7 del ciclo se forman unas bolsitas dentro de los ovarios llamadas folículos donde se inicia la carrera del folículo dominante pues el que más se desarrolle contendrá el óvulo que será desprendido para iniciar la siguiente etapa, pero eso lo hablaremos después más detalladamente. Aquí los niveles de estrógenos alcanzan su punto máximo por lo que nos encontramos con nuestro lado pro-creativo y radiante, también nos encontramos más fuertes, sociables y nos desconectamos constantemente de nuestro lado oscuro de la etapa anterior. ¡Es el momento perfecto para iniciar metas y proponernos nuevos retos! En esta fase de Luna Creciente mantener tu alimentación saludable es la clave para fortalecernos y evitar ganar peso no deseado ya que aquí empezamos a sentir antojos y hambre, pero no te preocupes tenemos un truco para evitar tantos antojos: aumenta tu consumo de frutos secos como nueces, almendras y cacahuates pues nos ayudarán a prolongar nuestra saciedad en conjunto de un consumo de agua suficiente para mejorar nuestro equilibrio hidroelectrolítico.
En la Fase de la Luna Llena nos aproximamos al final de la carrera del folículo dominante y el ganador es seleccionado para iniciar el proceso de la ovulación, por lo que nuestro cuerpo se prepara para dar vida. Es una fase para compartir y conectarnos con nuestro entorno ya que nos encontramos con un mayor sentido de empatía. En esta fase de La Madre experimentamos un amor más profundo en pareja lleno de deseos que nos impulsan a seguir entregando lo mejor de nosotras. Nuestros niveles de estrógenos están disminuyendo y los niveles de progesterona van en aumento, en consecuencia comenzamos a sentir cambios en nuestro humor, también nuestro apetito sigue en aumento y tenemos una mayor sensación de hinchazón. Al momento de alimentarnos nuestra mayor arma de esta etapa será el consumo de frutas y verduras que nos aportan nutrientes esenciales para mejorar nuestro estado de ánimo.
En esta fase de La Hechicera el óvulo ya ha sido desprendido y no fue fecundado, por lo que nuestros niveles de progesterona siguen altos causando una mayor capacidad para almacenar grasa en el área abdominal y en las caderas. A diferencia de la etapa de La Bruja, nuestros receptores de la hormona reguladora del apetito (leptina) disminuyen causando mayor sensación de hambre con una inclinación hacia los azúcares o pastelitos, aunado a esto también retenemos más líquidos debido al Síndrome Pre-menstrual, de igual manera la temperatura corporal aumenta por lo que podemos experimentar episodios de calor, y como si esto fuera poco, nuestro estado de ánimo se ve afectado pues los niveles de serotonina bajan haciéndonos sentir irritables y pensativas… Entendemos que es una fase difícil pero no todo son malas noticias porque es justo aquí donde nuestra creatividad está en su punto más alto para explotar nuestro potencial y demostrar las mejores cualidades artísticas. Ten en mente que el alimento es la mejor medicina, con este motivo procura aumentar tu consumo de proteína magra como pescado, pollo y carne de res sin grasa que nos auxilia a saciar nuestro apetito por un tiempo prolongado, también nos aporta hierro hemínico, vitaminas del complejo B y mejora la composición muscular. Si te sientes hambrienta entre horas puedes hacer colaciones de frutos secos como pistaches, nueces y almendras… por último, trata de reducir el aporte de carbohidratos como la tortilla, el pan, cereales, harinas refinadas, etc., ya que estos nos dan como efecto una mayor hinchazón.
Y así nuestro ciclo vuelve a comenzar pero ahora con mayor comprensión de ello…
Lo más importante de cada ciclo es comprender quiénes somos y que no estamos solas, sólo nosotras tenemos la fortaleza de morir y renacer cada mes, ya que nuestro organismo se renueva para entregar lo mejor de nosotras mismas constantemente.
Ahora que ya conoces cada etapa no olvides vestirte de fuerza y dignidad en cada una de ellas.
Y tú… ¿en qué fase te encuentras hoy?